Desde mi experiencia como psicoterapeuta y paciente, puedo decir que SE vino a completar un vacío que dejaba la terapia hablada para poder sanar de una manera integral, comunicando mente, cuerpo y alma. Finalmente, nuestro cuerpo, quien lleva el recuerdo de todo lo vivido, puede expresarse, sentirse acompañado y sostenido. Al tener herramientas para regular nuestras emociones mediante la interocepción, nos volvemos más resilientes.

Porque sé que no estamos hechos para atravesar los desafíos solos y que con el adecuado acompañamiento podemos tener vidas más plenas, me siento honrada y feliz de poder ofrecer esta terapia.